Este fin de semana me he pegado una escapadita pequeña y he aprovechado que tenía el ordenador lejos para leer, como es costumbre. Tenía varias New Scientist acumuladas y las fui devorando una a una.
Fue Vendell quien hace meses me recomendó la revista, y realmente me parece buena, aunque un poco cara. La línea editorial es comprometida y se moja en temas como el ataque a Iraq o la Cumbre de la Tierra. Además, dan buena cabida a las opiniones de los lectores y tienen secciones con buenos toques de ironía. Y para colmo ¡es semanal!
Sin embargo, leyéndolas alejado de Internet sufrí la impotencia de leer en dos dimensiones. No hay palabras subrayadas. No hay hiperenlaces. No puede usted buscar información relacionada. Así, leí muchas cosas, pero me surgieron muchas incógnitas que ahora, poniéndome al día, no tengo tiempo de mirar. Para colmo, no me llevé un lápiz para hacer anotaciones en los márgenes, aunque seguro que estos días sacaré de mis post-it mentales algunas historias a raiz de estas lecturas científicas.
Aunque coincido con Vds en la potencia documental de la red, todavía me encuentro aprendiendo mucho más de los libros que de mis búsquedas de información. Y a pesar del portátil, todavía no soy capaz de navegar en la cama... por suerte.
Vendell: Totalmente de acuerdo contigo. Mi "problema" es que con los artículos me surgían muchas intrigas que no podía solventar en ese momento. Problema que en realidad no es tal, porque si tuviera Internet al lado, me hubiera sido imposible avanzar en la lectura más allá de tres páginas en todo el fin de semana ;)