Ayer se emitió el episodio final de Un programa estelar, una serie de astronomía de producción propia emitida por La 2 que hemos venido comentado en esta bitácora. Dicen que las cosas buenas, si breves, dos veces buenas, y cierto es que he disfrutado. Me quejaba al comienzo de que la utilización de material audiovisual había sido pobre, y quizás en este capítulo vi mejor utilización. Desde luego, al menos varias cosas destacables: las selección de imágenes, el guión, la música y ... ¡la audencia!
Este último capítulo se dedicó a reflexionar sobre el universo, del ser humano, de la exploración espacial y justificar el gasto en ciencia y tecnología. Al hablar sobre los modelos cosmológicos y, por tanto, sus posibles futuros en él se hacía (¿auto?)referencia al Muro de Planck.
La física clásica proponía un Universo que, al menos en teoría, sería cognoscible y predecible con todo lujo de detalles. Uno podría suponer que con las Leyes de Newton o de Maxwell en la mano, sólo tendríamos que conocer cuál es el estado inicial de todos los cuerpos con la mayor precisión posible para conocer su posición en cualquier momento futuro. Sin embargo, esta visión determinista del Cosmos, muy apetecible filosóficamente para los científicos no creyentes, quedó hecho trizas con la física cuántica. Con la física cuántica fundada por Planck, Schrödinger, Einstein y Pauli no es posible conocer la posición presente y futura de un simple electrón alrededor del núcleo atómico, sino su probabilidad de encontrarse aquí o allí. ¿Cómo responder, pues, a cuestiones tales como el cómo se creó y a dónde se dirigirá el Universo?
El gran problema de la física actual es que las leyes del macrocosmos y las del microcosmos son diferentes. Mientras que la gravedad explica cómo se forman las estrellas, galaxias y cúmulos de galaxias y, por tanto, es útil para conocer el futuro de este vasto océano cósmico, al rebobinar la película del Universo hasta su comienzo todo lo que existe en el Universo queda tan comprimido que las leyes que lo gobiernan son las del microcosmos... y la mecánica cuántica se queda corta. El primer fotograma que la física moderna es capaz de captar con sus ecuaciones se sitúa en el 10-43 segundos, que en notación decimal sería:
0,0000000000000000000000000000000000000000001 s.
Este es el llamado Tiempo de Planck. Antes de este tiempo, los cosmólogos son incapaces de explicar qué ocurrió. Para algunos, es como llegar con la película empezada.
Un artista español, Jorge Barbi, se inspiró en el Tiempo de Planck para esculpir un muro en su honor, cuya imagen acompaña estas líneas. El otro Muro de Planck que citaba como autorreferencia es la bitácora de Enrique Joven, del Instituto de Astrofísica de Canarias y coguionista de Un programa estelar, a quien desde hace unos días tenemos el placer de tener como compañero en Blogalia. Tanto la serie como el mural son dos ejemplos de cómo el el arte, la búsqueda de la belleza y la ciencia no son siempre mundos opuestos.
Bueno, si hubiera sido una conversación normal no la habríamos grabado ¿no?
Esto de que las conversaciones por coemntarios queden escritas tiene sus encantos, pero al fin y al cabo de algo de lo discutido nos acordamos los participantes (yo no de todo desde luego).
Y al fin y al cabo esa huella que queda en nosotros es lo importante y lo que no se pierde aunque se accidente un servidor :)
Es que si se pretende conocer el significado y llegar hasta los más estrechos lugares de la realidad, solamente con la física, estamos ciegos. Nada se forma por sí solo, hay que aceptarlo de una vez, un dios creó el mundo.
Posiblemente Dios creó a la ciencia y la ciencia creó a Diós. Hay que repartir los méritos, jajajja. Es un quilombo. No entiendo nada, ¿quien entiende?
Ahora hablando en serio ¡que duda existencial!. La teoría del Big Bang es muy linda, entra en la cabeza de todos. ¿Pero antes que? ¿Siempre existieron INFINITAMENTE particulas en el universo o la materia se puede crear de la nada, es decir el universo estaría formado de partículas FINITAS?. O dicho de otra manera: posiblemente LA NADA NO EXISTE, es decir, la ciencia actual piensa que en algún lugar del universo existe o existió la nada porque no existe la tecnología para saber que realmente HAY ALGO donde se cree que no hay nada. Es decir la nada posiblemente nunca existió ni existe. No me entra en la lógica que de la nada apareció algo. Por ejemplo como si estubiese mirando mi escritorio vacío y de repente aparece un florero, no entraría en mi cabeza ni en la de nadie. Lo único que entraría en mi cabeza es que la nada jamás existió, perdón si fui reiterativo pero...¿Tendrá la respuesta David Copperfield? Ja!
rvr: la entrada es interesante, con datos científicos muy buenos pero tiene unos cálculos que me son difíciles de entender pero creo que ni yo ni nadie sabe con exactitud lo que yo plantee anteriormente. Siguiendo un poco con lo que escribí, es lo mismo que plantearse que el tiempo es infinito, todo esto descoloca al ser humano ya que todos estamos acostumbrados a que todo tiene un principio y un fin. Asusta un poco.
Posiblemente lo que yo mismo dije en el punto 8 y el punto 10 lo puedo contradecir diciendo que posiblemente alguna vez existió la nada y en algún momento por causas desconocidas de la física la nada no pudo mantener su existencia y apareció algo (las primeras partículas o energía). Habrá alguna cosa muy sorprendente y obviamente desconocida en el submundo de las partículas que quizás en algún momento se descubrirán. Con respecto a que "el tiempo es infinito" puede ser también que el tiempo no existe ni existió sino que es un "invento" del ser humano. Que la materia o el tiempo sean infinitos no se entiende tampoco.