«Las universidades, por su parte, dados sus endémicos problemas financieros y su progresivo cuestionamiento por parte de la sociedad, parecen estar abriendo los brazos cariñosamente a toda clase de pseudociencias y engañifas con la excusa de que "la gente las pide" y que la universidad ha de atender a la sociedad. [...] Un ejemplo cercano es la programación de la Universidad de Verano de Maspalomas (Gran Canaria) auspiciada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que puede verse aquí. La programación neurolingüística (PNL), las yogas del taoísmo, la sinomedicina, la ciencia de la respiración, la psicología transpersonal y algunas más, son materias que serán impartidas este año por "acreditados" profesores analistas jungianos, homeópatas, modeladores del factor éxito (sic), terapeutas gestalt, danzaterapeutas y otras titulaciones así de postmodernas y guays».
Los cursos de la Universidad de Verano de Maspalomas están organizados por la Fundación Maspalomas, cuyos miembros son la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
Hay científicos que son de la opinión de que no deben rebajarse a debatir con los pseudocientíficos, porque eso significaría darles cierta autoridad de la que carecen. Dicha opinión no me es ajena, ya que opino que la divulgación de la ciencia es un arma más eficaz que el ataque frontal. Sin embargo, también todos somos conscientes de que hay límites. Contábamos hace poco la denuncia del llamado diseño inteligente, como supuesta alternativa a la teoría evolución, que se hacía desde la revista Nature. Porque sin ninguna clase de combate, ni educativo, ni divulgativo, ni de denuncia, al final, puedes encontrarte con la pseudociencia tocando a las puertas de tu facultad.
Tal y como se relata en Ethica, es precisamente lo que parece suceder en disciplinas como la medicina. Y no estamos hablando de intrusismo profesional. Lo peor es que son muchos los titulados universitarios los que, haciendo caso omiso del método de la ciencia, están fomentando la popularización de terapias y medicinas alternativas. Así pues, recomendamos que los responsables de que la pseudociencia se haya encaramado al Curso de Verano de la Universidad de Maspalomas realicen unas sesiones intensivas de ciencioterapia. Porque la tradición milenaria jamás es alternativa a la Ciencia. Arriesgamos nuestra salud, y la de nuestros seres queridos, en ello.
La comunidad científica y universitaria primero, y los políticos después, deberían tomar cartas en el asunto.