Ramón Buenaventura es un viejo conocido de los linuxeros que siguen Barrapunto. Buenaventura es un literato que escribe una columna sobre Internet en el magazine El Semanal. Mantiene una bitácora y esta semana le han hecho una entrevista en la revista poética Almacén. Entrevista que no tiene desperdicio. Buenaventura dice cosas con las que estoy de acuerdo, otras en las que estoy de acuerdo pero no con su forma de expresarlas y otras (muchísimas) con las que estoy en total desacuerdo.
«[...] Estoy convencido de que nueve de cada diez ordenadores instalados en las casas se hallan en situación de paro permanente, o no se utilizan más que para a) los juegos de los chavales o sus devaneos por internet [...]; b) el correo electrónico, [...]; c) el chaterío, que no sólo practican los chavales, sino también, en número creciente, las mujeres que no trabajan fuera del hogar, los parados, los jubilados. [...] Al final, supongo que será por eso por lo que no se nos facilitan las cosas a los usuarios "serios". Para escribir una carta de vez en cuando, jugar unas horas y chatear, los ordenadores ya son lo suficientemente sencillos».
¡Qué desperdicio! Usar los ordenadores para devaneos por Internet o para escribir mensajes de correo electrónico. Mi opinión es que tanto los juegos de ordenador, como el chateo, como el correo electrónico hacen que los niños y los adultos se comuniquen con personas de otras culturas, que intercambien puntos de vista y que, de forma subliminal, vean que el mundo no se acaba en una gran cascada tras la señal de fin de municipio.
Los ordenadores actuales no son los suficientemente sencillos porque, en parte, el software y el hardware no son fáciles de diseñar y programar, y también porque la complejidad de la informática es creciente. Es difícil combinar los requisitos de los usuarios que quieren flexibilidad y potencia, con los usuarios que sólo quieren cosas sencillas. Sin embargo, estoy de acuerdo con que muchos programas podrían diseñarse para ser aún más sencillos. Ahora: generalmente, la sencillez va destinada a los carrozas, que ya no quieren perder el tiempo con cosas nuevas, porque los niños son tremendamente hábiles. Pero quizás deberíamos acostumbrarnos que, pese a lo muy fácil que se puedan llegar a hacer los programas, un ordenador no es un teléfono y que exige cierto esfuerzo intelectual para manejarlo con soltura.
«Hoy en día, muchas personas formadas en las universidades, en carreras que exigen dedicación y estudio (mucha lectura) -empresariales, economía, ingenierías diversas, arquitectura, medicina, periodismo- se consideran cultas, y lo son, según los nuevos baremos, aunque no hayan leído más allá de cinco libros literarios en sus vidas. Antes no se podía ir por el mundo "refinado" sin haber leído los libros que en cada momento se considerasen necesarios, sin conocer la existencia de algún poeta vivo, sin estar más o menos al corriente de lo que privaba en las bellas artes».
Curiosamente, y como ya he comentado por aquí en más de una ocasión, durante buena parte del siglo XX, los autodenominados intelectuales eran personas cultas aunque no supieran una sola línea de la teoría de la evolución, de física o de matemáticas, todo lo contrario. De hecho, lo refinado era (¿es?) ser un ignorante de estos asuntos. Personalmente pienso que se es igualmente ignorante no sabiendo utilizar un ordenador, no conociendo ciertas bases del conocimiento científico como no conociendo partes fundamentales de nuestra historia, literatura y arte. Sin embargo, no conozoco a ningún científico que se regodee de no haber leído a Cervantes y sí conozco a muchos intelectuales que desprecian la tecnología y la ciencia.
«Hay que buscar el modo de sacarles partido a estos cuadernos de bitácora que se extienden por internet como una madreselva por un jardín, aunque todos sabemos que el método está reñido con la demasiada extensión, el cuidado en el detalle, la profundidad. Los "Blogger" se van constituyendo en un sistema de referencias, sin análisis; de referencias avaladas, digamos: si yo te apunto una dirección, es porque me parece interesante; pero no te explico por qué, ni qué consecuencias saco de lo que te señalo, ni para qué pienso yo que puede servirte.»
¿Análisis? ¿Demasiada extensión? Creo que enviaré la dirección de algunos blogalitas al Señor Ramón Buenaventura ;-)
«Por otra parte, los enemigos de Windows se creen con demasiada facilidad sus propias leyendas. Así, por ejemplo, todos están convencidos de que Windows se cuelga cada cuarto de hora, manteniendo a sus usuarios en una situación de angustia sostenida de la que no salen porque están vendidos a Microsoft y no osan pasarse a Linux, o porque son masoquistas, o porque están ciegos a las bellezas del paraíso. Lo cual es totalmente falso: Windows se nos cuelga a nosotros, a los listillos, a quienes nos pasamos el rato tocándole los entresijos, instalando y desinstalando programas más o menos salvajes, forzándole las capacidades a tope».
Windows se cuelga porque está mal diseñado, no porque los usuarios se pasen instalando y desintalando programas. Los usuarios de Windows tienen tan asumido que los programas desaparecen de forma instantánea llevándose sus trabajos, que los ordenadores se cuelgan por definición, que todo ordenador debe tener instalado un antivirus, que es difícil hacerles ver otras alternativas. De hecho, MacOS cumple todos los requisitos para ser un sistema operativo rey y sin embargo, sobrevive a trancas y barrancas en un nicho de mercado. ¿Por qué?
«Y con las máquinas, en el mundo entero, con muy raras excepciones, lo que viene es Windows, porque Microsoft tiene una política comercial imbatible. Inmoral, si quieres (no sé yo a qué política comercial, de quién, podríamos otorgarle el Gran Premio a la Moralidad; el comercio no tiene que ver con la moralidad: sólo con el derecho, con el cumplimiento de las obligaciones recíprocas de comprador y vendedor)».
Microsoft es un monopolio, y los monopolios son malos para los consumidores y las pequeñas empresas innovadoras. Lástima que los jueces, políticos y medios estén vendidos a los intereses de los lobbies.
Windows no sólo se cuelga (a mí me ocurre cada dos por tres en los portátiles que tengo), sino que además, tiene huecos de seguridad que tardan meses en parchearse, y por su propio diseño, permite la proliferación de virus. Cada vez se cuelga menos, pero no hay más que mirar al uso de CPU de una máquina con Windows y otra con Linux para ver cuál saca más tajada del sistema
Bueno, lo del windows que se cuelga cada cuarto de hora lo he sufrido de un modo aproximadamente literal. Tuve la mala suerte de pillar la versión x-churrufú-1.03-b de Win95 y era un puto infierno, con gran tendencia a colgarse si en lugar de picar dos veces picabas tres, abrías varias ventanas o intentabas leer un disco. También si no había disco metido en ninguna parte y abrías "Mi PC"...
¿Donde está esa actitud radical? Precisamente RVR no creo que sea uno de los radicales... date un garbeo por barrapunto, y verás radicales. Yo suscribo casi todo lo que dice RVR aquí, y muy poco de lo que dice R. Buenaventura.
He llegado hasta aquí por saber de rvr. Grata sorpresa :-) En lo fundamental de acuerdo con el comentario que haces sobre la entrevista a Buenaventura. Solo apuntar que estoy mas ocupado en la 'realidad' diaria de cómo implementar soluciones a ciertos problemas usando la informática que en la discusión teórica sobre sistemas operativos.
Dejando a un lado consideraciones políticas o económicas soy partidario de 'hermanar' sistemas operativos, en este sentido los protocolos de Internet ha obligado a que todos los sistemas se puedan entender (web, correo, etc.) pero coincido con muchos en que Microsoft se pasa tres pueblos queriendo imponer sus estándares tambien en internet.
Por último creo es que es buena cosa no pelearse ni formar parte de ningún rebaño sea Linux, Windows, Mac, Amiga (me olvido de alguno más) y mantener una forma cordial de comunicación, en mi modesta opinion es la mejor forma de aprender. Y que cada cual use aquel sistema que crea oportuno, por ejemplo lo importante es poder comunicarse no el sistema que se utilice. Si de esta comunicación alguien se entera de que hay usuarios que utilizan Linux algo hemos ganado. Pero no es cosa de menospreciar a otros por sus ideas (buenas o malas) o si son pobres o ricos en conocimientos, etc. Ante todo cordialidad y buen rollo, aunque no estemos de acuerdo. Seguro que ganamos todos.