Puede parecer paradigmático que en la era de los grandes telescopios y los telescopios espaciales, simples objetivos fotográficos hayan dado tantojuego. La explicación es simple: los teleobjetivos permiten observar grandes áreas del cielo y usados en conjunción con cámaras digitales dan datos muy precisos.
Un ejemplo reciente de descubrimiento sorprendente con cámaras digitales y teleobjetivos es el del planeta extrasolar XO-1b por parte de un grupo de astrónomos profesionales y aficionados liderados por Peter McCullough (Instituto Científico del Telescopio Espacial). En este caso el instrumental utilizado fueron un par de teleobjetivos Canon EF de 200mm, acoplados a cámaras CCD Apogee AP8 sobre monturas Paramount ME.
Por lo general, los planetas extrasolares se descubren midiendo cambios en la velocidad radial de las estrellas. Las estrellas de la Vía Láctea giran alrededor del centro galáctico, así como los planetas giran alrededor de las estrellas. Descomponiendo la luz de las estrellas y analizando las líneas espectrales se determina la velocidad a la que se aleja o acerca de nosotros. Cuando un planeta masivo posee una órbita de corto periodo entorno a la estrella, se pueden detectar sutiles cambios periódicos en la velocidad regular de la estrella, ya que el planeta también ejerce atracción gravitatoria sobre su estrella. Así se descubrió el primer planeta extrasolar, 51 Peg b. Este método requiere instrumental y medidas muy precisas.
Otro método, a priori más sencillo, consiste en intentar cazar eclipses de planetas cuando pasan por delante de sus estrellas. Las dificultades están en que los planetas deben tener un buen diámetro para causar una caída de brillo perceptible y en que la probabilidad de que un planeta de esas caracteríticas orbite en el plano visual entre la Tierra y la estrella que nos permita ver el eclipse es baja.
El primer éxito en la búsqueda de planetas extrasolares mediante tránsito vino de la mano de Roi Alonso, del Instituto de Astrofísica de Canarias. En 2004, y utilizando un telescopio de solo 10 centímetros y una cámara digital de 2000 x 2000 píxeles, situado en el Observatorio del Teide, él y su equipo descubrieron el planeta TrES-1b. La estragia utilizada fue observar ciertas regiones del cielo y tomar una imagen de unos 6° de campo cada 2 minutos. Luego, de forma automática, un software procesa las imágenes obtenidas para generar información sobre el brillo de las miles de estrellas observadas. Tras varios meses de medidas, se obtienen candidatos que luego son confirmados o descartados mediante otros métodos, como el de la velocidad radial.
Un plan similar siguió el equipo de Peter McCullough. En el caso de su proyecto XO, los minitelescopios están situados en un observatorio en Haleakala (Hawaii). Desde septiembre de 2003 hasta septiembre de 2005, se observaron decenas de miles de estrellas de hasta magnitud 12, realizando una toma cada 5 minutos. Con los datos, se identifican estrellas cuya variación de brillo es compatible con un eclipse producido por un planeta extrasolar. McCullough reclutó un equipo de astrónomos aficionados para ayudar en la confirmación o descarte de los candidatos, y finalmente mediante velocidad radial confirmaron el descubrimiento del XO-1b.
Suerte con la charla de esta tarde, una pena que no pueda estar ahi para verla. Perdona que no te respondiera al mail, te escribo cuando llegue a Sydney (estoy de parada de una hora en Syngapur...)
Por cierto, ?te llego el sms que te mande el lunes por la man~ana?
!Un abrazo!
PD: ?por qu'e no has puesto publicidad de tu conferencia en el Museo de las Ciencias y el Cosmos de Tenerife por aqui? :P
Lo pensé justo después de mandarlo, eso de no haberte puesto un "Angel" al final, pero supuse que me reconocerías.
Por cierto, tu sms fue la primera noticia del "mundo conocido" que tuve en Australia: me llegó justo al enceder el móvil (funciona muy bien con la Península, lo que no sé es cuánto me clavarán, pero he podido hablar con mis padres sin problema).