Una de las razones por las que últimamente he escrito poco por aquí es que en el escaso tiempo libre del que he dispuesto en los últimos meses he retomado una de mis grandes aficiones, la observación astronómica. Parte de culpa la tienen Carlos Muñoz y Mario Villanueva. El primero tiene una tienda de telescopios a pocas manzanas de mi casa, y el segundo está impulsando la construcción de un observatorio en Temisas, en el municipio grancanario de Agüimes. Tras darle muchas -muchísimas- vueltas, al final me compré un telescopio Meade LX200 y con él intento observar los fines de semana que la meteorología deja. Obviamente, entre galaxia y galaxia, las conversaciones van de lo humano a lo divino.
Fue precisamente durante la celebración de la Fiesta de las estrellas solsticial cuando caí en la cuenta que buena parte de estas conversaciones a la sombra de las estrellas suelen ir sobre asuntos ásperos, y creo que es algo común también en la Red. Parece existir un interés desproporcionado sobre los agujeros de gusano, los agujeros negros, la energía de vacío, las supercuerdas, la posibilidad de viajes superlumínicos, o en el tiempo... Y me resulta extraño. Esperaría que la gente preguntara sobre cuestiones más terrenales y entendibles, en lugar de por especulaciones científicas -en el mejor de los casos-. En parte, creo que la responsabilidad de la popularización de estos asuntos recae en los libros de Stephen Hawking, probablemente los best-sellers menos leídos de la historia (aunque habría que preguntarse si primero fue la gallina o los huevos).
De forma coincidente retomé la lectura de un libro escrito por David Galadí titulado A ras de cielo. Es un libro que responde algunas de las preguntas más básicas de la astronomía observacional, a un nivel asequible a todos los públicos (algo que no suele ser habitual de la mano de un astrofísico). En el prólogo podemos leer:
«Qué paradoja: en la época de los descubrimientos más asombrosos sobre el cosmos, se está perdiendo el contacto directo con el cielo. Pero aún quedan lugares en los que las luces artificiales no han matado del todo la negrura del cielo; el espectáculo celeste todavía es accesible a simple vista».
El libro responde algunas cuestiones básicas -aunque no siempre conocidas- como por qué el cielo es azul durante el día y negro durante la noche, por qué titilan las estrellas, por qué la luna parece más grande cuando está en el horizonte, por qué no hay estrellas verdes, entre otras. Ni que decir que recomiendo este libro, aunque me temo que está descatalogado. Estoy seguro de que lo encontrarán varios órdenes de magnitud más útil y entretenido que Historia del Tiempo.
PD: Trabajé con David durante mi paso por el CAB, de hecho, fue mi jefe. Es una de esas rara avis que además de ser astrónomo profesional conserva intacta su pasión por la astronomía aficionada. Su mujer, Dulcinea Otero, es una prolífica traductora de libros astronómicos. Algo debe de haber en Córdoba, porque de allí es también otro ilustre profesional-aficionado, Ángel R. López Sánchez.
Lo leí hace años y lo regalé a varios amigos: me pareció precioso. Luego me hice con una especie de enciclopedia de astronomía del mismo autor, también muy chula aunque más bien poco portátil.
Enhorabuena por la adquisición del LX200, seguro que vas a disfrutar un montón con él, además desde cielos privilegiados...no como otros, que tenemos que huir de la contaminación lumínica.
El libro de Galadí está agotado pero todavía se puede encontrar en la Librería París-Valencia, muchos miembros de la Agrupación Astronómica de Córdoba lo han comprado allí hace unas semanas.
Vendell: Hola, vecino, encantado de verlo comentando por aquí. Supongo que te refieres a Astronomía General, creo que me lo pediré para la colección. Y el LX200, más que caldero, es un microondas, porque funciona todo a botones... en mis tiempos no era así.
Mizar: Aquí por desgracia también hay que huir de la contaminación luminosa. El libro de Galadí lo compré precisamente en esa librería. Me enteré precisamente por la lista de la AAC.
Es una constante en la especie humana para olvidar los problemas de la vida diaria... Recuérdesen las discusiones bizantinas en el sitio de Constantinopla sobre el sexo de los ángeles...
Estefanía: Si no me quejo de que se interesen por la astronomía, me quejo del interés por temas que a veces pienso que son más ciencia ficción que reales ;)
Hablando de este tema con un colega, apunta a la hipótesis del misterio: los temas ya explicados interesan menos que los enigmas por explicar.
Me alegro de que saques tiempo para plasmar en tu cuaderno de bitácora tus interesantes observaciones, análisis y comentarios sobre los temas que nos interesan a los que visitamos tu web, y, todo ello sin que tus "sufridos compañeros de andanzas astronómicas" que divagamos a las tantas de la madrugada sobre todas las teorías y especulaciones científicas que citas, dejemos de contar con tu presencia, máxime ahora que tienes un buen equipo.
Angel Rafael, al que mencionas, a la par de ser una excelente persona, es un gran aficionado y estraordinario divulgador de la Astronomía, cosa la verdad no tan frecuente entre los Astrofísicos. La última anécdota al respecto me ocurrió hace escasamente quince dias en el Roque de los Muchachos, donde me encontraba con aficionados de la isla de La Palma y alumnos del Aula de Agaete de la Universidad de Verano de la ULPGC, y con el astrofísico holandes Johan Knapen director del curso de Astronomía. Mientras estaba apuntando con un telescopio como el tuyo a la M51 bajo el cielo mas estrellado que he visto en mi vida, me dijo el sr. Johan que le dejara observar las galaxias, pues a pesar de que su tesis doctoral había versado sobre la interacción mutua de estas dos galaxias, "nunca las había mirado directamente por un telescopio" y, todo ello además de ser una persona muy documentada y estar especializado precisamente.... en galaxias.
Tengo que decir que el mismo se reía de tal circunstancia.Por cierto que da clases en una Universidad inglesa, está casado con una chica de Las Palmas, y se viene a trabajar al IAC.
Albireo: Después de estar en La Palma, el cielo de Gran Canaria se parece más al de Madrid de noche ¿eh? ;) Ya nos contarás con detalles qué tal te fue por La Palma. Por cierto, que eso de inglés, casado con una chica de Las Palmas y que trabaje en el IAC, me suena también a otro astrofísico de por allí que no es Johan.
La verdad Victor, que los días que estuve en La Palma coincidió con la Luna Nueva y, en mi vida, había visto tantas estrellas juntas habiendo estado además tres veces en el Roque de los Muchachos. Con el brillo de la Via Láctea en todo su explendor hasta Casiopea en NE, nos podíamos distinguir las caras en la oscuridad, además se veian claramente muchos cúmulos y nebulosas a simple vista. Lo que nos perdemos por la contaminación lumínica.
Víctor: gracias por hablar bien de mí y de ese par de librillos. Por cierto que "A ras de cielo" ya se les agotó en la librería París-Valencia, pero tiene que haber más ejemplares rulando por el mundo en librerías de saldo. De todos modos quien tenga "Emule" lo puede descargar, alguien se ha tomado la molestia de escanear y arreglar el libro y ponerlo a disposición del público por ese medio, un detalle que me halaga. Saludos a Estefanía, veo que terminó la carrera en Barcelona. Y sobre astrónomos profesionales cordobeses, seguro que hay más, por supuesto, aparte de los mencionados yo ahora me acuerdo de Casiana Muñoz Tuñón (IAC), Álvaro Giménez Cañete ESA), Manuel Sáez Cano (Univ. Córdoba), pero dejemos el nacionalismo... Saludos y hasta pronto. David Galadí.
hola. Tenieis un poco abandonada la página. Soy un madrileño que viajando por la red busca consejos sobre la compra de mi primer telescopio. Yo apenas tengo el B.U.P., pero todo lo que me interesa en la vida pasa por ser astronomo. No puedo evitar tener envidia de vuestro contacto con astrofísicos y vuestro acceso a cielos limpios (de contaminación gaseosa y lumínica). Yo, en Madrid, me doy con un canto en los dietes si se puede ver siete estrellas principales de la Osa Mayor.
Hay que darle un poco de caña a la gente. Por ejemplo seguro que más de uno de los que arriba escrben va co su coche huyendo de la luz. Huímos llevandonos con nosotros aquello de lo que huímos.
Yo tambien acabo de adquirir un LX200 y aunque tengo una gran terraza , me vale de poco, por que al igual que Rodrigo vivo en Madrid .
Asumo las noches que me esperan fuera de casa a contemplar ese mundo encima de nuestras cabezas .