Hoy he acabado de leer Mensajeros cósmicos, un libro escritro por Luis Ruiz de Gopegui, a quien tuve el placer de tenerlo la semana pasada en la isla ofreciendo una conferencia (de hecho, el libro -que casualmente está prologado por cierto pez- fue un detalle que tuvo con nosotros). Bueno, decía que me acabé de leer el libro, que va sobre las posibilidades de vida en otros planetas. Gopegui es muy escéptico al respecto y hay que destacar su honradez intelectual al publicar un libro contracorriente en el año 94.
El libro, cuyo subtítulo es Ciencia y enigma de los extraterrestres está bien documento y trata de forma rigurosa y seria el tema, pero sin caer nunca en detallismos innecesarios que aburrirían al lector. De hecho, el texto es de fácil lectura. La primera parte del libro está dedicada al problema de la aparición de vida en otros planetas, obviamente, teniendo siempre a la Tierra como referencia, y luego pasa a estudiar el problema de la aparición de especies inteligentes.
La parte más amena es la del final, porque recoge anécdotas de primera mano, que sirven para ilustrar la evolución intelectual de Gopegui sobre el asunto. Cuenta que entró a trabajar en el INTA completamente convencido de la existencia de OVNIs y de ETs, pero los años y las pruebas le fueron convenciendo de lo contrario.
Sin embargo, quería comentar los dos epílogos. El primero de ellos está dedicado a reflexionar nuestra posición en el Universo. Gopegui es tremendamente escéptico sobre la existencia de seres inteligentes, no ya en nuestra galaxia, sino en todo el Universo. Por tanto, al ser el homo sapiens la primera forma consciente del Cosmos, tenemos una responsabilidad con nuestra herencia genética.
El segundo epílogo parte de esta idea, para profundizar en ella y aportar iniciativas. Está escrito junto a Iván Sánchez Sánchez, biólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y mi impresión es que no está a la altura intelectual del resto del libro. Es tremendameente pesimista acerca del futuro de los seres humanos en la Tierra, desmenuzando las dificultades sociales y daños al medioambiente que, argumentan, quizás sean irreparables. Esta es la parte que me parece poco rigurosa. Pero a partir de ahí, proponen y para preservar nuestra herencia genética, nuestra cultura, proponen dar el salto a las estrellas para colonizar otros planetas y estudian diferentes métodos y estrategias. Aquí, la sabudiría de Gopegui vuelve ha aparecer, como conocedor de primera mano de la carrera especial.
Curiosamente, este mes de diciembre se cumplen 30 años desde que el último ser humano pisó la Luna. En la editorial de diciembre de la revista Sky & Telescope, Rick Fienberg afirma:
«Por lo que sé, la NASA no ha planeado conmemorar el 30 aniversario del fin de Apolo. Probablemente sea lo mejor. En 1972 teníamos tres personas explorando la Luna, haciendo descubrimientos. En 2002 tenemos tres personas dando vueltas a la Tierra, haciendo reparaciones».
Vendell: Pues ese párrafo que he puesto es solo una muestra de la caña que le da el director de la S&T a la ISS. Si tienes oportunidad léetela al completo porque no tiene desperdicio.
Alguien seria tan amable de facilitarme la direccion electronica de Luis Ruiz de Gopegui si estuviera a su alcance? Muchas gracias, Carlos Barboza desde Uruguay
Rather than produce the same old content you have taken this subject to a whole new level . Kudos for not following the standard writing crowd. Tucson tax preparation